Las pantallas OLED (Organic light emitting diodes) son dispositivos de semiconductores de estado sólido que convierten la energía eléctrica en luz. Generalmente, las pantallas OLEDs se fabrican colocando una o más capas de delgadas películas orgánicas entre dos conductores o electrodos. Cuando se aplica corriente eléctrica a los electrodos, la luz es emitida por las capas orgánicas.
A favor de la tecnología OLED es que puede usarse para fabricar pantallas ultradelgadas que normalmente operan a voltajes más bajos que las tecnologías habituales de pantallas, como las pantallas de cristal líquido (LCD). Además, una pantalla OLED puede ofrecer mejor ratio de contraste, frecuencia de fotogramas, color y/o eficiencia energética que una pantalla LCD similar.
En contra de la tecnología OLED, estas ventajas pueden verse reducidas o anuladas cuando la pantalla OLED se usa para generar grandes cantidades de áreas blancas en la pantalla. En concreto, como el panel OLED normalmente es emisor de luz (por oposición a transmisor de luz), para presentar una zona blanca, el panel OLED tiene utilizar energía y emitir luz a través de los diferentes canales de color que están presentes en cada píxel de la pantalla OLED (el blanco es la suma de los canales verde, azul y rojo). Como resultado, mostrar áreas blancas en una pantalla OLED puede consumir mucha energía y se relativamente ineficiente.